Buscar este blog

lunes, 14 de marzo de 2011

Corazón Abierto

Pensar que el corazón solo es un órgano, que tiene como función impulsar la sangre por todo nuestro cuerpo, es un gran error; lo pienso y lo pienso, pero hay una parte del corazón que es tan fuerte como su función biológica: es la capacidad de querer de amar, de sentir y valorar, ¡Dios eso es lo que me esta pasando!, ¿qué ráfagas de sentimientos y sensaciones recorren mi cuerpo estremeciendo la boca de mi estomago?;  simplemente me aturde, pero me atrapa sentirme así. ¿Por qué no lo puedo controlar? Ya me doy cuenta; haz invadido mi corazón sin mi permiso, sin mi autorización, tengo el CORAZÓN ABIERTO, lo abriste y entras a él como si fuese tu refugio; ¿o es qué mi corazón te deja entrar y no le puedo negar que lo haga?, no hay operación médica o teoría científica me que explique esto, que me llena de alegría, tristeza,  júbilo y desilusiones.

Quisiera gritar lo que siento por ti, lo que mi corazón abierto ha dejado entrar, esas ganas de estar a tu lado, de protegerte; las ganas enormes que me dan de abrazarte y sentirte contra mi pecho, fundiendo nuestros corazones en un solo latido; unas ganas locas de hacerte reír y reír a tu lado, gritar que quiero cruzar mi mirada con la tuya y que, sin pronunciar palabra alguna entiendas que te quiero y podría llegar a quererte muchísimo más, incluso amarte; pues, siento que mi corazón insiste en abrir  sus puertas a este inmenso desborde de sentimientos. ¡QUIERO GRITARLO A LOS CUATRO VIENTOS!

Pero con la entrada de estos sentimientos a mi corazón, también ha entrado un huésped que me atormenta; entre la música de la ilusión y la esperanza, lanza gritos desgarradores, ¡es el miedo!; miedo de sin nunca haberte tenido ya haberte perdido; miedo de caminar en falso, de dejar entrar sentimientos que por naturaleza no me pertenecen, de ser un estúpido. En mi corazón abierto hay tantos sonidos que enloquecen mi lógica, mi juicio; me hacen reír me hacen suspirar, pero en un segundo quedo en seriedad total, preguntándome que está pasando; hasta que un grito me hace reír otra vez, es un ciclo de sentimientos, de pensamientos que sólo me hacen estar en un sube y baja.

No puedo contener lo que pasa dentro de mi, solo tendré  que esperar a dónde me lleva todo esto, seguiré este sendero sin saber dónde termina, claro estaré atento, un andar sigiloso por este torbellino de sensaciones tan reconfortantes como fatales; el final llegará, lo sé, pero ¿cómo terminara? ¿Podría tener sus puertas cerradas? No lo sé y ese es el grito de mi conciencia; estas preguntas, estas benditas preguntas a las cuales no le he conseguido respuestas, tendré que dejar que las agujas sigan a la derecha, y descubrir si yo estoy entrando en tu CORAZÓN ABIERTO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario